No se que pasa en el corazón humano,
que lleno de maldad está dechado,
no encuentra sociego en lo profano
y sin embargo se aferra a ello sin reparo.
Busca una verdad acomodada,
que se acople a su vil comportamiento,
le encanta la vanidad inflada,
aunque en realidad sea un monstruo.
no tiene escrúpulos ni verguenza,
cuando algún fin quiere alcanzar
se impone a toda costa y por la fuerza,
aunque al mejor amigo tenga que arrazar.
Qué peligro la ambición sin conciencia,
del hombre que sin principio la anhela,
la sociedad que finge servir la socaba
porque para aumentar su imperio la explota.
Vanidad de vanidades del poder efímero,
que aunque parezca intermionable mientra dure,
desaparecerá sin mán su vil imperio,
dejando un recuerdo no muy grato y agridulce.
Autor: Ramán Arturo Gómez Z,
lunes, 30 de enero de 2012
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